martes, 11 de diciembre de 2018

Las Rutinas.



¿ A QUE LLAMAMOS RUTINAS ?

Las rutinas son aquellos momentos y/o actividades que se repiten todos los días ( sueño, alimentación, aseo, entrada…) para favorecer en los niños:
-     La salud y la higiene
-     El bienestar corporal
-     Las relaciones sociales
-     Las relaciones con el entorno más cercano
-     La autonomía en la vida cotidiana

              ¿ Que momentos del día son rutinas?
-     La entrada/acogida/despedida.
-     El juego
-     El aseo
-     El patio
-     La alimentación
-     El descanso

Las rutinas no sólo cubren las necesidades fisiológicas del niño/a, sino que también proporcionan seguridad y confianza. Esto es debido a que, las rutinas son algo que se hace todos los días y con una secuenciación temporal determinada.
Se desarrollan tanto en casa como en la escuela. De la colaboración y continuación de ambas partes ( la familia y la escuela ) dependerá el avance gradual del niño/a.




CORRO.
Una vez que los niños se despiden de sus familias y todos los compañeros han llegado al aula… es el momento del corro.
Para este nos sentamos todos en el tapiz formando un círculo y comenzamos a cantar canciones, primero nos damos los buenos días, luego cantamos “ Pichirilo “, “ El puente “, … hasta que llegamos al momento de los cuentos, donde todos muestran una mayor atención.
De momento conocen los cuentos como el “ El pollo Pepe “, “ Que  el lobo viene”, “ Arbol “,…



                  ¡ Buenos días, !, ¡ Buenos días !

                     ¿ Cómo estamos hoy ?

                    ¡ Bien, bien, bien, …!
 
EL JUEGO.
Los juegos preferidos en 1-2 son principalmente motóricos ( correr, empujar, tirar y arrastrar un objeto ).

A partir de los 18 meses el juego ya no es tan movido y juega tranquilamente durante unos minutos con construcciones, encajables y materiales no convencionales ( telas, botes, cadenas, pinzas,… )






El niño se muestra muy interesado en compartir sus experiencias con los adultos. Además, su nueva capacidad de imitación le da muchas posibilidades de intercambio, encuentra un gran placer en encontrarse con el adulto en juegos de alternancia y repetición, en los que la imitación o la respuesta a movimientos se celebran con exclamaciones.
Para jugar es muy importante la presencia del adulto de referencia que le proporcione seguridad para experimentar, jugar y la seguridad que hace posible más tarde el juego solitario..


COMIDA:
Comer es un placer y es para crecer. En efecto, calmar el hambre, disfrutar de los sabores, tener una compañía agradable y sentir que se está haciendo algo positivo para uno mismo.

Cuando comienzan a tener una estabilidad en su cuerpo o ya saben andar ya pueden comer sentados autónomamente ante una mesa y, aunque a veces necesitan una atención muy individualizada, pueden compartir esta rutina con un grupo pequeño de niños. Su iniciativa  irá creciendo hasta que coman solos, primero con las manos y aprendiendo después mediante las palabras y demostraciones, a utilizar los cubiertos y ensuciarse menos.
      La incorporación de alimentos debe ser gradual y acordada con la familia. Los niños necesitan apoyo ante los rechazos a determinados alimentos o inapetencias, que deben ser  tratadas con tolerancia.

                                          
En La Escuela primero se lavan las manos, luego se ponen el baby y se sientan alrededor de la mesa con la ayuda de las educadoras. Mientras viene el carro, beben agua y cantamos canciones para calmar la ansiedad ante este momento.





ASEO.
Durante los cambios de ropa o de pañal, es preciso ir con calma y tomarse el tiempo necesario. Se debe prestar atención al niño sin tratarlo como un muñeco, para ajustarse a sus movimientos.
 Hay  que permitirle ser activo y a la vez saber calmar su impaciencia. Mientras se realiza el cambio hay que hablarle  de lo que está haciendo, de él mismo y de los objetos que se emplean. Progresivamente  se podrá contar con su colaboración y celebrar sus nuevas habilidades.
 El cambio de pañal tiene lugar siempre que sea necesario, además de haber unos cambios obligatorios: después de la actividad, después de comer y tras la siesta.






SUEÑO:

Después de una dura jornada, los niños necesitan tiempo para descansar, para ello se lavan las manos y la cara después de comer y luego se les cambia el pañal y se les pone cómodos para que se tumben en las colchonetas. Algunos niños necesitan su cojín, un chupete, un muñeco de apego o una sabanita o las caricias de la educadora para conciliar le sueño.









Para que tenga lugar esta rutina es necesario que creemos  un ambiente adecuado en el aula bajando el nivel de ruido, de luz y a veces lo acompañamos con nanas.
Durante la mañana, algunos necesitan dormir un tiempo para poder estas tranquilos y sin sueño en la rutina de la comida.



 Estas rutinas se deben desarrollar tanto en casa como en la escuela.  La colaboración y continuación de ambas partes ( la familia y la escuela ) dependerá el avance gradual del niño/a.

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